viernes, 2 de noviembre de 2018

Argumento del proyecto.

                                                                         Argumento

Sabemos que el campo laboral, después de la universidad, es difícil. Y tal vez sea más difícil en licenciaturas como literatura o filosofía. Este blog, por lo tanto, tiene dos funciones. En primer lugar pretende ser un espacio de publicidad. Si se me presenta una situación laboral, y no tengo contratos editoriales, este blog sería la entrada por la cual me podrían leer. De esta manera se podrían ver mis textos y recibir invitaciones de algún tipo. Por el otro lado, también por una razón laboral, este blog pretende servir también como espacio de retroalimentación. En la universidad se conoce a mucha gente con gustos, talentos y metas parecidas a las de uno, y la literatura, para que funcione, tiene que ser leída, y qué mejor manera de perfeccionar mi literatura a partir de mis compañeros. Este blog, entonces, también sirve para que gente de mi licenciatura, ya sean compañeros o maestros, me lean y me corrijan. Creo que de esta manera puedo ir solidificando una respuesta a la falta de oportunidades laborales y tener una opción alternativa.

Poema 5


Exploración poética
Voy a sacar un verso de mi cabeza
y ponerlo en la mesa.
Voy a destruirlo
acariciarlo
estirarlo
voy a besarlo
odiarlo
terminarlo.
Podría terminar siendo
cerezas en vez de naranjas
en el árbol de naranjos
o un león que tenga besos y no colmillos
y explorar por el mar de cemento
una exploración poética
para destruirlo todo
para nadar en las nubes
para escribir en el viento
para enfriarse en el fuego
reconstruir
destruir
que el meollo sea la poesía
que se esconda en el hoyo
de decisión
para odiarnos en el amor
para aceptar el sexo atroz
para asquearnos con el perfume
pradera impuesta por el sol
oscuro
la noche volteada
el mundo al revés
la exploración poética
es la única manera
de ver las cosas como son.

Poema 4


Poema erótico
Es un tubo moldeable.
Es lo mismo que el tiempo.
Avanzo a través de una pierna,
A la vez sería demasiado.
La sangre
espesa
serpentea
hasta parar.
La salvia es imán para mi escoba
que acaricia tu césped
con su lengua.
Es más larga la eternidad de la incertidumbre
que la unión de las piezas perfectas.
Al terminar
entre el humo de la noche
no nos acordamos de nada.

Poema 3


Alcohol
La obsidiana obstructora evacúa el cuerpo
y el poder dorado te va cubriendo.
Esas horas
son los únicos momentos de libertad.
La pluma deseosa de tu boca
escribe poemas
al hablar.
Los secretos atrás de tus venas
se sitúan en la mesa
cual la forma de los besos.
La ebriedad
es el único momento
en donde el escritor
puede gritar.


Poema 2


Fuego
Vestido oscilante que existe en el aire.
Aire asonante / dador de espacio
como el rojo volador / que se sostiene / sobre su sustancia /
sátira de lo sagrado / profundidad en sí mismo.
Nube rojiza y transparente / se sienta / elegantemente /
en el sostén invisible / de las montañas que no están.

Poema 1


Perdición
    I
El hilo invisible que entra en la aguja.
Esa delicadeza, no es nada.
La poesía tampoco es nada.
Ni si quiera los rebeldes son algo.
¡Libertad!
Puedo fumar, y alucinar es la nueva ética.

   II
Pasó el tiempo ya.
Esto es una perdición.
No me puedo sentar.
Volar es el andar del caracol.
El balance es el infierno.
El hombre valiente jamás podrá vivir.
Creo que tendremos que morir jóvenes
como bestias perdidas
como soberbios vueltos inocentes
por equivocarse tanto.
Hay que morir con vergüenza
por haber hecho todo mal.


Cuento 3


Imposibilidades
Sacó su smartphone de la bolsa de sus pants y se encerró en el baño de su cuarto. Se bajó los pantalones y se sentó en el escusado sin levantar la tapadera y desbloqueó su Motorola. Abrió la aplicación de Google Chrome y al mismo tiempo que tecleaba su pene se puso erecto. www.Rubias19.com. Antes de que apareciera el repertorio de videos ya se frotaba el sexo, como el preámbulo de caricias en una pareja poco antes de hacer el amor. El deseo que de pronto tuvo por la mujer penetrada rajó su garganta y le aceleró el corazón. El semen, casi visible, estaba por salir y sentía que no lo iba a poder controlar. Y en efecto, sucedió rapidísimamente, como todas las veces ese mismo día, que había sucedido exactamente igual. Y exactamente igual durante ya tantos meses.
Nadie había entrado a su cuarto desde que salió de la preparatoria. Había decidido no entrar a la universidad, suspender su vida para siempre. Y sin que nadie supiera masturbarse. Para siempre. ¿Y cómo iban a ser tan crueles sus papás para dejar de mantenerlo?
El cuarto hediondo era su templo pornográfico. Y su único sentido. Solo se bañaba cuando no podía soportar su propio olor.
Qué vergüenza que alguien que estuviera en la casa escuchara aunque sea un eco de los videos. El escusado era su escudo contra el arma del sonido. Y así, diario, repetía su rutina.
El alcohólico, eventualmente, se aburre del alcohol.
Cuando abrió Google Chrome, antes de teclear la página habitual, le apareció bruscamente un anuncio que decía: “¿Te cogerías a una señora que vive cerca de ti?” A causa del hastío rutinario, le picó al anuncio y leyó: “Si quieres chatear presiona aquí.” A pesar del temor siguió con su inercia y le apareció un formato de chat que nunca había visto en su vida y leyó un mensaje de una mujer llamada Carla, que decía: “Hola, mi amor.”
-Hola – escribió él.
Ella le mandó un número de cuenta.
- ¿Qué es eso? - preguntó, atónito.
-Por doscientos pesos te enseño mis tetas.
Más excitado que nunca se salió del baño y corrió por su cartera. La tomó y regresó a su refugio. Ya sentado sacó su tarjeta de débito y siguió los pasos del link. Hizo la transacción.
-Ya deposité el dinero. – escribió.
Después de un par de minutos, una videocámara apareció en el chat. En la pantalla había una mujer de unos cuarenta años en ropa interior. Sin decir nada se quitó el brasier y se apretó los senos y se frotó los pezones. Este, hipnotizado, ni siquiera se masturbaba. Después de un par de minutos, Carla dijo: “Por 200 más me meto un dildo”. Hizo la transacción.
Terminó gastando mil pesos y tuvo los mejores orgasmos de su vida.
¿Se había enamorado de Carla?
Por las siguientes dos semanas vio a Carla todos los días a través de su pantalla.
Una mañana, después de meditarlo largo rato, le escribió:
-Quiero conocerte.
-Yo a ti, mi amor. – contestó Carla.
No regresó el mensaje, como esperando a que Carla agregara algo. Lo hizo:
-Por cinco mil pesos nos podemos ver en el motel que está en José Martí 178 a las nueve de la noche, en el cuarto 403. Nos quedamos toda la noche, mi amor.
-Ok. – contestó él, sin pensarlo. Y con la misma seguridad hizo el depósito.
Cuando se bañó se lavó con jabón la cabeza del pene hasta irritarlo.
Se arregló como se arreglan dos enamorados después de haber estado separados por un tiempo largo.
Salió de su cuarto en un silencio feroz y logró que nadie lo escuchara. Ya afuera de su casa caminó un par de cuadras y pidió un Uber.
En el motel se dirigió al cuarto indicado. Estaba temblando.
Recordó un verso de Joaquín Sabina: “No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.”
Carla, en realidad, no existía.
La emoción, la adrenalina en su interior, no era nada más que polvo.
El encuentro era Carla ganándose la vida. Era lo más lejos que había del amor.
Lloró. Y no entró a la habitación.
Pidió otro Uber y regresó a su casa. Subió a su cuarto con la misma precaución con la que salió, pero ahora con el corazón roto. Se encerró en su cuarto y se cambió de ropa. Se dirigió al baño y se encerró en el escusado. Sacó su smartphone. www.Rubias19.com. Seleccionó un video.
Tuvo el orgasmo más triste de su vida y después se fue a dormir.